En verdad son bellos
Hoy los observe, de color
Verde agua, amarillo sol,
Un naranja suave, con fulgor
Pintaban la tarde
Caían a gran velocidad
Quien se movía era yo,
Por lo que mil paisajes
A mis ojos, Dios me dio.
Entre esos bellos,
Hermosos colores,
Solos Eugenia y yo,
Solos los dos.
En el cielo pintaban
Con gran fulgor;
Dicha y suerte de algunos
Mirar el firmamento
Bañarse de mucha
Luz y sol.
Hermosos colores,
Hermosos en verdad,
Sin iguales eran dos
Eugenia y yo.
Pintaban el firmamento
Nos bañamos de sol.
Tarde de otoño,
Con rumbo al norte.
Ellos daban mucha
Energía, mucho sol,
Qué bien me he sentido
Esta tarde, este día.
Gracias a Dios
Por regalarnos toda
Una fiesta de color.
Que lindos que bellos
Ojala la naturaleza
No se olvide de formar
Siempre, esos colores
Para dicha de hombres
Y mujeres como,
Eugenia y yo
Que somos hijos
De Dios.
Que energía, que calor
Gracias Dios mío.
Por todavía existírmela
Disfrutar de ella
Al igual que yo
Te damos las gracias
Por ser todavía
Vivos y poder
Disfrutar de tu poder
Al pincelar el cielo
Con tan hermosos
Bellos colores
Salidos de la mano
Tú nuestro creador.
Te damos las gracias
PADRE
Eugenia y Yo.