Si producimos un humano resistente a la ignorancia
Alimentándolo con millones de datos sobre soberanía alimentaria
Y mucho respeto social valga la redundancia
Y medioambiental
Seríamos capaces de cultivar
Un tubérculo tan grande
Como el número de enfermos de malaria
En ciertos Estados de África
Hoy pobres por tener que “compartir” sus recursos
Con transnacionaliens transnacionales
Además de otros
Vegetales monótonos pero saludables
Naturalmente protegiendo las fuentes de líquido vital
Claro
En ciertos países las guerras no desaparecerán
Por cuanto son consideradas como deportes
Y no se puede atentar contra el derecho
De otras poblaciones autosuficientes
A matarse distraerse en forma sostenible
Máxime si aquello causa múltiples beneficios
A ochocientas empresas
No obstante
Se acabarían las dietas forzadas y con pocos nutrientes
Y en ciertos submundos
El consumo de pernil ahumado pan francés y trufas
Aumentaría cotidianamente
Y el problema del hambre
Muy extendido lejos de Dubái
No se solucionaría buscando en la basura
Tampoco la hambruna desaparecería
Dando charlas sobre cómo criar anfibios para comer
Sus muslos en mayo
Y almacenar suministros para la temporada alta de sequía
Sin pensar en el ocho por ciento de vegetarianos
Y demás pacifistas