Imaginando el día que vendrá
como sueños de niños llegan las risas
y yo te espero.
Veo las hojas del árbol caer
y te imagino entrando por la puerta
con el negro de tus cabellos profundo
y sonrío, y sueño.
Y contemplando el viento
miro la tristeza malnacida en el rostro del viejo
y te invito a la lucha, te invito al amor
a ver el amanecer de tus labios junto a los mios
y soñar.