Jhon Deivy Torres Vidal

DÉJAME ENTRAR...

Déjame entrar 

al abisal vacío

del que te avergüenzas.

 

Podría ser 

criminal testigo

de tu voz secreta,

 

Un aliado leal 

de sensible oído

para tus vendetas

 

Si me lo permites:

tus dedos de armiño

a mis labios sellan.

 

Déjame mirar 

desde el infinito

tu piel más estrecha.

 

Permíteme ser

secuaz, de ti adicto,

tu ambigua consciencia.