Santiago Miranda

La belleza es inestable

 

Un campo confuso de concentraciones
difuminado en cada punto lo real
se alza o es alzado a través de mí
o lo que creí que era / Lo real

Puede ser a veces el horror mismo
en ahondar en este espacio desconocido;
el área desprovista de márgenes entrando
a fuego ardiente en tu consciencia frágil

A través del silencio, el mismo silencio
de aquel antes del inicio paradigmático
es cosa de sentarse y mirar los árboles
mirarse a través de ellos y de todas

Las cosas/ reprochándote; tú no existes
vienes y vas en tu destello, no tienes
derecho a destruirlo todo, el todo terminará
por destruir la fuente del mal y el daño

ii

Pero observo aquella belleza acechando purísima
me pierdo en ella, me reconozco en la pérdida
me aterro, de encontrarme en la nada, de darme
cuenta de la nada que he sido, creyendo el cuento

Del todo contrario, me diluyo, disuelto en lo bello
me dejo ser mordido, mi nombre borrado, el daño
se repara, al dejar atrás el camino de las armas
al haber atacado al enemigo, mi pasado, mi presente

mi futuro, sacándome las costras como estrellas; tú
hermana-hermano-espejomío-nombredeliniciolvidado
canto anciano, manantial de los días y los duelos
recaer en la cuenta como en una droga, todo el tiempo

Uno estuvo ahí drogado, perdido en mundanos asuntos
viviendo en el otro, extremo de lo sagrado
me contacto, contigo en todas las cosas
me pierdo, te observo, te escucho, te respondo: