Un desecho de virtudes, ¡ese soy yo!.
Soy un yo coleccionista de vicios y defectos,
unos de serie y otros (los más) adquiridos a conciencia.
Si quieres, puedo ser tu amigo con defectos.
De mi natural ser, me auto califico como un malo bueno
en viaje constante desde la intolerancia benevolente
a la transigencia complaciente.
Según la compañía, voy del desinteresado al cutre.
Me mantengo vivo entre la intensa pasión de la lucha
y el enérgico descanso de un guerrero.
Me siento-todo.
De genio, cuando es necesario.
Cuando no, me mantengo descansado en el ingenio.
Con fuego, ¡ardo!. Y aún ardiendo, no grito, susurro.
Amigo con defectos, enemigo a secas.
Siendo un desecho de virtudes: ¡tú.., estas ahí!,
y me das unos segundos de tu tiempo.
Por todo eso y por si aún hay más..., ¡gracias!.