Algo incómodo pero tentador, algo rustico pero deseoso; y como el no de serlo si estallan los gemidos de la pasión y de dos almas entrelazadas en un exitante morbo de seducción; aun cuando los besos y las caricias los complementaban en uno solo.
Entre una oscuridad, el leve frío que los acompaña y el viento resoplante que los acariciaba así cuán tentador fueron grandes noches de lujuria, esas tan impregnas a un recuerdo vigoroso y deseoso.
Y es que la pasión desencadenada que guarda el rincon, es de una total magnitud absoluta y rebosante de momentos Excitantes, pero también tentadores a los pensamientos húmedos.
Como un gran torbellino que arrastra lo más insignificante, así se mueven en un va y ven dos amantes a merced de lo más gratificante para ambos cuerpos desnudos, revoloteando el palpitar del corazón y chispiantes de sudor, tan fuerte como el secreto guardado de ese, el rincón de la pasión.
HENRY RUIZ
22 de febrero 2018
Barinas, VENEZUELA