Me hallo en lugares agrestes con esquinas escarpadas,
que rasgan la consciencia desterrada del hogar de la cordura.
Amablemente hostil, me ofrece refugio en sus llanuras desiertas,
repletas de vacío y abundante soledad.
Abrazado con desprecio me muestra el odio y la ira,
con el fin de que comprenda, que cerca está la salvación.
Nace justo en el instante que entregas tu perdón.