A sacudirse que por más que no se quiera, nunca podemos prescindir del dolor,
se quiera o no pero siempre nos encuentra cuando menos lo queremos...
No todo podemos evitar pero si podemos encontrar el saberle dar un sentido...
el poder adoptar frente a él una posición...
A aprender que no vale nada sufrir enojado y protestando...
te lo juro, soy una de ellas, de las que sufren y no callan jamás
aunque aumente el sufrimiento y me haga mucho más daño
hasta quebrarme y secarme en llanto...
Siempre se puede aceptar el sufrimiento y darle un verdadero sentido
en algo positivo... salvador... redentor con amor...
Y volver a empezar... A renacer en cada día...
Aceptando el sufrimiento como parte de uno, de la vida.
Comenzando a escribir una nueva historia
a partir de la comprensión que no es posible amar sin sufrir, ni sufrir sin amar...
Es solo por uno, por el amor que nos habita...
es por simple deber y derecho de ser felices
en esta ilusión en que nos abrazamos fuertemente y llamamos vida
donde nada pero absolutamente nada nos pertenece!
Mané Castro Videla