Estoy pensando en ti, mi Sofi, y en ese pensar brota
el vibrante deseo de charlar contigo.
Y no podría ser de otra manera ya que el vibrar
es parte de tu ser que vibraciones siembra.
Es que siempre que me haces compañía
la calma me invade como estambre suave
y como aleteo de zorzal pequeño
saltan las dichas que tengo escondidas.
Pienso en una urdimbre, del todo necesaria,
para entrelazar en ella los años venideros
y en la que un entramado de fibras felices
tejan la hamaca para mi manso reposo.
Hoy, mi Sofi, tuve la suerte de pensar en ti
y robarte un poquito de tu gozo.
De mi libro “De poemas que morían”. 2017 ISBN 978-987-4004-38-3