Del libro La Vida es Viviendo
Un día creí que no era capaz,
pero al otro día me quise arriesgar,
cuando me arriesgué supe fracasar,
y me arriesgué otra vez, por mi terquedad.
Fueron muchas veces sin poder triunfar,
pero el reto desafió mi incapacidad,
cuando algo se anhela con honestidad
aparece un ángel que ayuda a llegar.
No hay nada imposible cuando hay voluntad,
cada ser humano lo puede lograr,
solo necesita volverlo a intentar,
aprendiendo del fracaso que acaba de afrontar.
No importan las veces que haya que empezar,
el camino es grato si es para llegar,
no niegues a nadie la oportunidad
de reírle al fracaso y dejarlo atrás.