Mi Soledad es una sombra inamovible,
un ébano intangible;
es paisaje fiel, un espejo
que retrata mi plural reflejo.
Es un licor azucarado
que despeña la nostalgia,
es mi glorieta silenciosa,
mi terso abrigo: un tálamo de rosas.
Mi Soledad es simiente arbórea
que retoña cándida armonía
como luz de amanecer que alborea
silbante una sublime sinfonía.
Desprende el caos de su peñasco
que en su mudo declinar
eleva al nítido sosiego
como ave de cielo veraniego.