Ninguna carta me llega,
así ya llevo semanas.
Hace justo ya dos meses
que en libertad salió Sandra.
He comprendido que ella
era falsa y embustera
que todo cuanto decía,
eran tan sólo quimeras.
Apenas oígo mi nombre
en el altavoz del patio,
es como si ya no existiera,
igual quizá me olvidaron.
Me introduzco cada día
en mi sala de escribir
donde hago poesías
de cuanto me ocurre aquí.
Sandra de mí se ha olvidado.
Ana, no escribe siquiera.
Tan sólo Maria es quien llamo
aunque siga creciendo mi pena.
Los meses siguen pasando
monótonos en este patio.
¡Me agobia, me está matando!
¡Dios mío! ¿Para cuándo salgo?
Huelva 25 de Agosto de 2016
Ermanué (c)