Del libro La Vida es Viviendo
Todo tiene una razón y está escrito en el destino,
nada se logra empujando la esperanza al abismo,
de poco sirve la fe si en tu historia no se ha dicho,
si al final has de llegar, no importa cuánto has corrido.
Para que desesperarse si el universo es divino
y conspira a favor del que entiende su camino,
impacientarse es doblar el esfuerzo requerido,
y arriesgar lo innecesario por cumplir el objetivo.
La paciencia es hermanita de la pausa y la razón,
sí, necesita talento, esfuerzo y preparación,
pero se deleita en calma, esperando inspiración,
dándole espacio al momento y un momento a la ilusión.
Súmale paciencia al tiempo, al mundo que vives hoy,
disfruta más los instantes que mueven tu corazón,
cuenta hasta tres y respira antes de actuar con emoción,
el deleite de la vida es vivirla paso a paso con pasión.