Dosciéntos mil hijos
de mujeres francésas
y soldados nazis
que aparcáron la guerra
y prefirieron el amor
y olvidaron las patrias
y eligieron la tierra.
Ellas fueron rapádas
y exhibieron sus verguénzas
ellos fueron derrotados
y desertaron de sus uniformes
y de sus banderas
vivieron sin saber
que habían dejado
en Francia criaturas
frutos de un efímero placer,
y que aquellas carnales
huellas fueron llamadas
bastárdos y bastardas.
También
un francés llamado Piérre que
como prisionero trabajó
en la finca de un granjero
y tuvo una relación sentimental
con su hija, como tal
podéis llamar la lista de los
frutos del apátrida que los prolija.
Ellos que buscan a sus
padres biológicos pueden
ser los primeros europeos
si no unidos por emblemas
si, por los sentimientos.
Fueron hijos
de un amor breve
en una larga
y cruenta guerra.