¡NO VIENE EL ODIO EN LOS GENES!
Soneto heroico, pleno.
Reversible
Por ir detrás de ti genial belleza
buscaba aquel pintor, con genio pinta,
brotar el llanto quiso, en vez de tinta:
¡Halló el poeta cruda y cruel tristeza!
Ostentan muchos hombres gran riqueza,
magnate vive allá en suntuosa quinta,
amar al débil es bondad extinta:
¡Hacéis crecer las arcas, tú, pobreza!
Algunos dan razón, de ser, al fuerte,
¿por qué, jamás acepto, sois avaros?
¡Incluso, escucho hablar, de herencia y suerte!
¿Tenéis vosotros, genes, puntos claros?
¿los bienes dais, también, incluso muerte?
¡Seguro estoy, aquí, se aprende a odiaros!
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino.