Tiempo que tiembla.
De rabia yerto.
Como la estrella,
que está muriendo.
Encrucijadas,
de trampas llenas.
La nebulosa,
de los anhelos.
Nace la pena,
de los deseos.
Promesa rota,
corta el aliento.
No quedan flores,
para el consuelo.
No nacen luces,
en los adentros.
Vibra la sangre.
Como un tormento,
a fuego lento.
Loca la mente,
se torna ausente.
Cuando el torrente,
descubre al necio.
Bajando el precio,
de su talento.
Orden inverso,
de las mentiras.
De las verdades,
se ocupa el cuerdo.
Más la locura,
descubre el centro.
Voces sin eco.
Que mueren solas.
Cerebro entero,
que se deshoja.
Rumbo perdido.
Como un sonido,
que no abre boca.
Viento que enfría.
Brisa que arde.
Verdad, mentira.
Las dos mitades.
Lágrima rueda,
de dicha y pena.
Con dos palabras,
todo se llena.
Borrón de sueños.
Que no recuerda,
su ser auténtico.
A. L.
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