Te vi acostada frente a la ventana
Con la espalda desnuda,
La mirada en la noche, casi muda;
Los labios expirando marihuana.
Me atreví a acariciarte en el costado,
El vientre húmedo y cálido
Y tú perforaste mi pecho pálido
Con un beso de amor eternizado.
Tumbados frente a la ventana vieja
El mundo calló tanto
Que no se escuchaba más que tu canto,
Que no pudo el cielo poner la oreja.
Y cuando terminamos nos dormimos,
Casi en brazos ajenos,
Casi muertos pero de vida llenos,
Y al amanecer no nos contuvimos
Y volvió la pasión hora tras hora
Como animales fieros,
Como diciéndonos cien mil \"te quieros\"
Con la venida pronta de la Aurora.