Verano Brisas

ABECEDARIO POÉTICO - I

Delgadita en sonido y estructura,

me induces a pensar en la anorexia

que taladra la silueta del fakir.

 

Iota en griego pero nunca idiota,

medievales gramáticos te hicieron

un puntito mediocre en la cabeza,

quizás para taparte el Sol

que tantas veces nos produce cáncer.

 

Te las das de ortodoxa y muy formal

cuando dejas en tu cuerpo izar banderas,

con aquella impudicia que desborda

mi atrincherado corazón nihilista.

 

Sé que a muchos humanos placería

rendirte culto sin doblez ni tregua,

igual que a fósil recién glorificado,

después de remplazar los destruidos

con patética ironía y gran cinismo.

 

Imbécil o ilota te conciben

en tu limpia carrera hacia los cielos,

donde muestras tu fina fortaleza,

penetrante y sutil como una espada.

 

Te utilizan los creyentes como icono,

o al menos pedestal de muchos santos

que se afirman en ti como guerreros

de los altos dominios celestiales.

 

Abusa el ignorante de tu impronta,

y el sabio permanece indiferente

porque piensa sin duda que los años

son pasos deleznables, muy pequeños,

en la imparable carrera de los siglos,

que vuelan turbulentos hacia el sitio

donde ayer se impulsó nuestra partida.