Nuestro amor nació esa tarde cuando menos lo esperaba
y se fue alimentando día a día sin que me lo propusiera-
Entonces comenzamos un juego peligroso,
pero ensimismados en nuestro mundo idílico
no captamos las señales de alerta
y nos amamos casi sin darnos cuenta,
en ese sitio donde no existía el tiempo ni la distancia-
Así transcurrieron los días y los meses
hasta que de pronto despertamos sin querer
y la cruda realidad se hizo presente
con la revelación que ese amor alucinado
estaba destinado a morir-
Hoy sólo queda el recuerdo
de un amor que pudo ser y no fue,
de las llamas que se fueron extinguiendo
y solo subsiste esa luz
en el interminable camino de la vida-
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