Mi apuesta es por la educación y el orfebre que realiza las más bellas joyas es el educador. Él es quien trabaja la alquimia capaz de transformar los vicios humanos en virtudes. Un país con educación, no tiene problemas de corrupción, violencia, inseguridad ni de salud. La educación forma seres humanos capaces de respetar los derechos de sus semejantes y al medio ambiente donde habita. Genera ciudadanos críticos, responsables, ávidos de conocimiento, investigadores y desarrolladores. La educación, llevada a cabo por el docente; es el germen necesario para el desarrollo de un país y el código genético para evolucionar.