Quién soy para criticar
si los mejores también caén
ruedan cabezas constante
desde el Edén a este instante.
Mil lobos se entreveran
por la piel que servirá
para la oveja imitar
con el sencillo don de humildad.
Y del león sus garras tomara
haciendo el sacrificio activo
la gracia está en ganar
con lo que es más efectivo.
Jugando con la humildad
que la galería no entiende
enciende amor sin verdad
desde su pedestal enciende.
Nos va enseñando la vivencia
que no vale traje ni corbata
un humor sacrílego que mata
envuelve a quien usa la inocencia.
No todo lo hace la apariencia
la excelencia es el escudo predilecto
mimos que rodean a incautos
aplaudiendo sin saber lo que hay debajo
En el circo se aplauden las caretas
en la vida se aplauden los errores
fijarse en lo malo es proeza
cuando lo hacen repartiendo flores.