Este ardiente sol de fatiga
contagiosa y esquilmante
invade el aire sin clemencia
en el lánguido parpadeo
con el que se apaga la tarde.
Lima sudorosa y fantasiosa
eterna viajera de las combis
tiene a su cerro San Cristóbal
sofocado por tanto escándalo
ya no salen a la calle
desafiantes, la belleza y la alegría
Ruborosas en las sombras
guardan sus vergüenzas coimeras
escondiéndolas en el traspatio
Hoy en reemplazo de los ritmos
de la elegante marinera
está el baile indecoroso
de los ociosos sinvergüenzas
que se guardaron toda la plata.
De la gente, cuyas huellas en el asfalto,
llora silenciosa, la basura.
se espera, que los arreglos
que pregonan los fiscales,
demuestren algún día luminoso
nuevo brillo de esperanza
manteniendo vivos los escrúpulos…
Copyright © Rodolfo Dondero Rodo
23.02.17