Por vos le reté al mundo ( Madrigal)
.
Sois mi bella Eurídice, y encendéis
los ojos de este ser afortunado,
los abro como veis
cual Orfeo que os mira enamorado.
No olvido mi señora
aquella primavera seductora
ni la noche oportuna
donde vos y la luna
llenasteis de ilusión mi cuerpo herido.
Era vuestro vestido
tan rojo y atrayente
que incluso os confundí con una rosa
esbelta y primorosa,
floreciendo entre medio de la gente.
Por eso reté al mundo
y a su mitología,
y me alejé con vos del imframundo
sin dejar de miraros, vida mía.