De cuando besé tus labios mojados
No saqué nada bueno,
La inquietud de los amores pasados
Cargados de veneno.
Hoy recurro al metal, que me halle el trueno.
Por las noches me paso de la raya
Hasta literalmente.
En mis venas recorre la metralla
El dolor inclemente.
Es porque tu fantasma está presente.
Vuelvo y no encuentro nada y nada quiero
Por poder calcinarme
Pero remuevo el odio y no me altero.
El llanto quiere atarme,
Buscando una cadena para ahorcarme.
Veneno de tu vientre y sal de mayo
A medias con tu esencia,
Siento el pecho partido por un rayo,
Me quema la impaciencia
Y mi cuerpo se envenena en tu ausencia.