M.G.Ratia

EL CAMINO

Te has ido, ya no estas, y al irte,

soy yo el que se ha perdido.
Temo preguntar si volverás,
y si vuelves, fiel amigo,
que tintineas el olvido,
si lo haces de verdad,
se amable conmigo,
dale  a mis zapatos,
un descanso, un respiro,
un susurrar de gotas,
de la fuente de la plaza,
donde tu alma brota,
comienzo divino desleido
de amapolas y trigo,
de olivares que como notas
salpican el pentagrama
de tu geografía rota.
Vienes y te vas,

nunca te quedas
inquieto a veces,

a veces senda.
A veces ancho alar de pasos
que brama el pecho

que va a tu rancho.
Siempre el suelo,

nunca el cielo,
teñido de canas,

con o sin dinero.
A veces de arcilla,

grana de terciopelo
o de arena amarilla,

de amarillo albero.
Siempre sudado y oliendo a romero.
Otras cansado,

muerto, a la vista,
palio de genistas y crisantemos.