Te miro a ti;
sencilla en la antesala.
Resuena en mi mente
el olor a jazmín,
las hojas verdes
en una primavera
llena de vida y de sol.
Cruces de cal o marfil,
una sonrisa que acompaña
y hasta la campanilla;
picara, denuncia los hechos.
Yacía la noche serena,
tu voz tenue y sedante
apenas la perturba
y despertaba en mi
la placidez del desvelo.
Correr la cortina
es abrirle paso a la luna,
invitarle a invadir la cama,
acompañarla a que duerma.
Pedía yo sólo un beso
para marcar la hora,
abrir paso a un mundo,
matar la aurora.
Quería sellar la mirada
que dulce me invitó
a acompañar
un momento de soledad.