El universo descansa en las esquinas
de la Casa que vence las sombras
la Casa más Alta
Contemplamos los gatos que decidieron
dejar la casa
cavilamos por los extraviados
solo poseen memoria del retorno
descubren que en su quietud
arden llamas
las del tiempo
y la imperceptible huella de la palabra
alojada en la despedida
Epocas aquellas
de boinas azules
entonando la canta de libertad