Siempre pensé que la soledad era algo sublime,
que los días pasan sin medir las consecuencias,
pensé que mi vida era demasiado triste para la continuidad de un futuro no muy lejano,
siempre pensé que mis problemas me ahogarían en un mar sin salida,
que me uniría a aquellos seres inexistentes de la melancolía y la inquietud,
que nadie podría salvarme de los desgarradores comentarios de la gente,
cual palabra ponzoñosa llega directamente al corazón y lo hiere.
Pero un día divagando entre letras y melancolías,
encontré el verso en un lienzo que me ayudaría a completar mi mejor poema,
y a pintar cada parte de mi alma descolorida,
ante los ojos de una reina me quede anonadado ,
pensando en un futuro incierto si ella no estaba conmigo;
nuestra historia fue rara, pero a la vez impactante,
mis ojos se clavaron en sus ojos, mis labios chocaron con los de ella,
causando una explosión cósmica en nuestros propios universos,
en su pintura ella me retracto y yo la inmortalicé en mis letras,
grité su nombre al viento , y el viento me dijo, hijo
su nombre es melodía para tu alma, y así entendí que ella
calma al humano y despierta al poeta.