Toda esa alambrada que separa el destino
relámpago que furtivo aparece en las noches
Que atrapa al alma
que se teje entre dos que llenan un vacío
enlazando sus manos
tentando sus espejismos
De esas hojas que borran los vestigios
donde las despedidas dejan un eco
De la lluvia que golpea a los cristales
!como sentencia!
Que separa el apego
y enseña su olvido
Que no cesa…
Y se oculta en el azul de las reflexiones
como letras talladas en el sol
derramando su hastío sobre el asfalto
de unos pasos perdidos en la niebla
De un corazón que sediento del vino
que embriaga el destino
renace del espíritu
Y no espera…
Y mueren las palabras que no escapan
ahogándose en cada infinito que no llega
Razones
Entre tanta renuncia
no queda nada
se agotan las horas de las inauditas esperas
razones que no terminan
si no en el silencio de la vida misma
Razones que desde la ventana
dejan que el tiempo castigue en silencio
que no aguardan
ni por el viento
ni el sol
ni las caricias
solo las despedidas que huyen en la lejanía
y dejan huellas en un olvido que va muriendo
Solo razones
Razones entre dos que subsisten para salvar las estrellas
que lejos como testigos mudos
atentas observan el juego de las manos
deslizar su miel
sobre los desnudos cuerpos de las sombras
Donde no alcanzan los sentimientos
y el amor cabalga ebrio de olvido
en el corcel de los misterios
Y para que escribirles odas a las almejas
que no comprenden de razones
ni a las ostras
ni a las hormigas
ni a una puerta
Si no entienden el grito de un deseo
que como rayo atraviesa el campo
en su delirio por ser encuentro
De una historia que quizás recuerde
que entre la noche y el amor
existen obvias razones
de una eternidad escondida
que solo el viaje de una ilusión
hace revivir la raíz de una luz
que aún sigue viva.
Franky De Varona
2015