Don Adolfo si hubiera sido
analizado por un veterinario
con conocimiento de etología
habría dicho con rotundidad
este animal es lo que toda
la vida hemos conocido
simple y llanamente, como una
raza indefinida.
Si Don Adolfo hubiera
sido analizado por un etólogo
o psicólogo de animales
habría sido calificado
por sus diversos rasgos
faciales y sus métodos
inquisitoriáles, como por su
conocida afición a la pira
depuradora de pensamiento
y vida, como raza única y nada
especial, habría sido por fin.
LA RAZA INDEFINIDA.