alicia perez hernandez

Historia que se escribe sin final...

 

Historia que se escribe sin final...

 

Hay tanto de ti y de mí...

Sólo abro la ventana verde,

y el olor de tu cabello se queda en mí,

y tu mirada, ¡ah tu mirada!

me dice mucho tu mirada

cuando estás de buenas o de malas,

enfermo, molesto, celoso, enfadado,

y siempre sé dónde estás...

un foco verde me indica el camino.

Tus besos son mi alimento,

Muero de hambre sin tus besos,

¡Te digo algo! me roba el sueño,

una despedida sin tus besos,

me quedó pensando,

¿Y ahora qué hice?

Hay tanto de ti y de mí en esta historia,

tus fotos donde miro tus gestos,

tus miedos, tus gustos, tus actitudes,

tus enojos, tus desplantes conmigo,

todo lo mío lo he compartido contigo,

mi familia, mis fotos, mis cumpleaños,

mis gustos, mis poemas, mis canciones,

secretos, sueños y anhelos,

sé mucho de ti y tú sabes mucho de mí,

Dios nos juntó una noche llena de estrellas,

hay tanto de ti, en mí, te admiro

como poeta, como hombre, como papá,

hermano y como amigo,

he aprendido mucho de ti,

has sido mi maestro,

eres inteligente, sabio,

respetuoso, educado,

Conservador,  aferrado a lo que crees,

y cómo crees, costumbres, familia.

Por eso te amo, ¡Te amo, Amor!

Te respeto y te admiro como persona,

siempre logras tus objetivos...

Amo todo de ti,

he aprendido mucho cerca de ti.

Mi respeto y admiración,

como él hombre que amo y amaré 

todos los días de mi vida...

Así estés conmigo o no estés.

Esta historia de amor,

todavía no tiene final,

nos faltan muchas cosas por vivir juntos,

tal vez recordar cómo empezó todo,

y como nos hace felices vivir juntos

esta historia de amor,

a la que no le ponemos final todavía. 

Hay recuerdos hermosos tuyos y míos,

de cómo comenzó todo,

y como cada día sentíamos

que nos hacíamos falta,

y nos extrañábamos y nos necesitábamos.

No tiene final esta historia vamos juntos,

tal vez Dios nos conceda vivir hasta ponerle final.

¡Te Amo, mi Ángel de amor!

Eres él hombre perfecto para mí.

 

Alicia Pérez Hernández

No es la pluma la que escribe, es el alma

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