Y es bonito pensar así, escribímos lo que sentimos
y los sentimientos, nos ayudan a seguir
a seguir haciendo balquítos y aviones de papel
y colúmpios de colores, en el parque de la vejez
y en la biblioteca del alma, somos niños otra vez
y corremos y jugamos, pero ya nos cansamos
pero si caemos, antes o después nos levantamos
y aquel retrato en blanco y negro, colgado de la pared
y aquella sonrisa juguetona, y aquel sueño que se fué
y las coplíllas de mozas, y la sombra del laurel
y la blanca tiza de la pizarra, y el olor del papel
la inocencia de una mirada, y un beso a flor de piel
hay tantas cosa bonitas, que las feas no se ven
y quieras o no, pensar así edifica el corazón
y creamos un muro de esperanza, con ladrillos de ilusión
y a la escuela que ya es tarde, y aprendamos la lección...