Como pétalos tus cabellos sobre el colchón
y la madrugada se hacía cada vez más pequeña
yo nacía nuevamente en tus ojos
como pájaro que se pierde en el horizonte.
Y el agua dulce de la mañana incierta
hacía latir mi corazón
se estremecía por tu ausencia
mientras te busco en la página 163 del libro de Ali.
Y quiero verte de nuevo
sentir tus manos húmedas sobre los huesos
mientras hacemos el amor
con la libertad profunda de tu vientre.