Después de todo, de las risas, de los llantos
De las noches en vela sin razón aparente
Después de las tardes tan grises, de los nombres fugases
de los recuerdos que matan.
Después de morir y seguir caminando
De fingir emociones que no me creía
Después de desperdiciar los días, las horas, todo
Después de rendirme y dejar de buscar
Después de todo aquello que no tenía sentido
De promesas que jure tan estúpidamente
Después de tantas palabras, de tantos rodeos.
Después de todo aquello, llegaste tu…
Y el tiempo corrió más lento
Y las palabras perdieron sentido
Y las rosas se sonrojaron por ti
Llegaste y sin previo aviso, cambiaste mi mundo.