Tú ignoras qué es poner alfombra, flor y miel
sabiendo que jamás pondrás ni un solo paso.
Tú no entiendes de verso, frases en el papel
ni sientes que te ahogas en un sangrante vaso.
Tú no entiendes de herida, llanto y estaca cruel,
no sabes qué es tener al pecho un marcapaso,
tú de esto no lo entiendes y no te viene al caso;
tener ojos abajo, justo en frente un cordel.
Tú no sabes ya nada, cómo mi alma se mata,
ni sientes cruel desdén. La soledad convierte
en sal; y el frío arde fuerte en el corazón.
Tú ignoras qué es sentir esta horrenda fogata,
no sabes quién te espera con amor y emoción,
tú ignoras que por ti vivo en vida la muerte.