argantonio

White Angels Bread

¿Quien diría que eran hombres libres?

no hay en la foto

ni siquiera una sonrisa

de esperanza, solo esperan

resignados, una hogaza,

un simulacro de comida.

 

Como en los pasados siglos,

si no eran las guerras tan

duraderas que parecían eternas,

eran las desvastadóras epidemias,

las calamidades no eran cortas.

 

La peste transformaba las

calles y plazas en anárquicos

cementerios, sombras oscuras

las de aquellas edades.

 

Siempre vuelven las hambrunas,

las guerras de ahora son más

efímeras y más mortales, y vivimos

con la vana ilusión de unos ideales

en los que solo creen unos santos

que no subirán a los altares.

 

Ya los púlpitos desde donde se

predicaban las cruzadas, son los

consejos de administración de famosas

y luminosas instituciones financieras,

donde no se invierte, se apuesta,

aquellos que hace pocos días

prosperaban no adivinan en el mapa del

tiempo donde tienen su origen las malas

nubes negras que visten de luto de luto

la tierra.