Yvette Nino

JUGLAR DOMÉSTICO

Yo era un juglar doméstico, una trovadora imaginativa y fantasiosa que capturaba con los relatos, la atención de mis hijos y más tarde la de mis nietos.
Domadora de sueños, adormecía hasta al más reacio, prolongaba mis historias hasta que los párpados vacilantes capitulaban como pétalos sobre las mejillas rosadas.
Con mi último nieto la magia desapareció: dije:...”y la princesa cayó en una gran somnolencia cuando el hombrecito de los sueños derramó sobre sus pestañas un poco de arena impalpable”, el mocosito de apenas cinco años se incorporó y sentado sobre su almohada me soltó muy serio una disertación sobre el funcionamiento de las neuronas.