Poema de catorce sìlabas métricas
Versar acerca de los estragos que la guerra,
causa a los tantos niños, víctimas inocentes,
son afectados en la loca furia inconsciente,
y que empobrecidos, ya son gusanos de tierra.
Producto vil del sistema de incivilizados,
de peor peste de seres des humanizados,
¡Cuan triste destino! de siembra sin esperanza,
porque de inocencias perdidas sirven la alianza,
pues otros intereses les robaron su infancia.
Ellos estàn luchando y van siguiendo sus hitos,
tras el espectro de una tal religión extraña,
en cuyos designios el gran Alà es Dios villano,
ciego, sordo y mudo, y es quien ignora sus gritos,
ante el genocidio plan, al parecer divino.
Desapercibido en la vorágine del mundo,
tragedias humanas sin fin, que a nadie conmueve,
renuevan constantes odios en contemplación,
del ciego habitante que igualmente es sordo mudo,
y a los hilos, son poderosos quienes los mueven.
Bombardeos, metrallas, ruidos y bellas luces,
entre tiempo esos juegos son la contradicción,
¡infancia conocida! ¿Cuanto vale la vida?
escombros, municiones ¡inocencia perdida!
Camino maltrecho, en horrores, años, tras años,
cruel holocausto que se extiende desde que nacen,
suficiente serà formar soldados al Islam,
tiempo de gracia, mientras algunos sobreviven.
A otros acecha la muerte, asì paran de sufrir,
es como lo usual, un pueblo de huérfanos, hambrientos,
sin sueño, mutilado, aterrado en sufrimiento,
familia e hijos de grises desiertos del dolor,
¿la guerra? es vida normal, nada hay al porvenir.
Con inmenso dolor, rencor, rabia en injusticia,
escribo estos versos reales, que rasgan mi alma,
entre lágrimas amargas, de impotencia y calma,
hoy pido al creador tenga un poco de clemencia,
y alivie a esa otra parte del mundo sin caricias,
¡Dios! No hay derecho en dar la vida y luego quitarla,
a estos pobres niños, de las semillas sin siembra,
y son cimiente, de la humanidad que se pierde,
Y ¿Quien sana las llagas, cuando es la sangre que hierve?
Raquelinamor
Marzo,01, 2019