-I- CARLA
¿Recuerdas? Te llamaba
mi lindo ruiseñor
Y tus ojazos grandes, como mares
profundos y serenos,
me entregaban sus olas
cálidas y dulces
cual una miel.
Tus brazos abiertos enseñoreaban
el mismo ambiente cuando transitabas
bailando todo el tiempo,
cantando alegre sin protervas sendas,
por mil caminos en que tú pensabas.
Hoy tienes fiestas como siempre sueños
y otra historia vendrá aún mejor que aquella
tan buena como tus pasos-razones,
tus admirados actos,
tus bellos ojos como tu sentir.
Y una luz tenue brillará en tu vida
como la fiesta de tu porvenir.
Roma, Invierno de 2017.