Luis Alvarez

CUATRO ESTANCIAS EN MÍ, AMOR GRANDE, PARA MIS HIJAS

                                  -I-   CARLA

 

¿Recuerdas? Te llamaba

mi lindo ruiseñor

Y tus ojazos grandes, como mares

profundos y serenos,

me entregaban sus olas

cálidas y dulces

cual una miel.

Tus brazos abiertos enseñoreaban

el mismo ambiente cuando transitabas

bailando todo el tiempo, 

cantando alegre sin protervas sendas,

por mil caminos en que tú pensabas.

Hoy tienes fiestas como siempre sueños

y otra historia vendrá aún mejor que aquella

tan buena como tus pasos-razones,

tus admirados actos,

tus bellos ojos como tu sentir.

Y una luz tenue brillará en tu vida

como la fiesta de tu porvenir.

 

 

                                                       Roma, Invierno de  2017.