YO CLAUDIO

ROSA.

Me acerco despacio a mi ventana

para ver a rosa que despierta con el alba

el sol le entrega sus primeros rayos de luz

abrasándola con calor y riendo dulcemente

agradeciendo a Dios por la vida y el amor.

Yo celoso me escondo tras la cortina 

mientras mis ojos lloran por ella

me dejo caer de rodillas en el piso

en un charco de lagríma se ahogan mis penas.

Rosa, que dulce es tu nombre 

que dulce tu sonrisa y esas manos 

que ya quisiera tocar y dejar mi beso en ellas

para que me saludaras cada mañana

cuando amanece el día y sea yo quien 

te pudiera abrazar y entregarte mi calor.

Rosa, escuchar tu voz

es como entrar en un bosque y

escuchar el cantar de los pajarillos

para que me recuerden tu nombre 

y en cada flor y en cada rosa 

para que no te olvide.