No tenia más destinos, mi corazón siempre buscaba esa isla rodeada por un inmenso océano dónde se camuflaba un gran tesoro entre arenas y agua.
Las veces que había viajado no había encontrado nada, solo devastación, frío y oscuridad en sus noches, porque ni la luna la arrullaba. Y allí estaba yo nuevamente en esa expedición, creía que iba a ser diferente pero no, ella era una isla aparentemente con un gran atractivo pero estaba desolada, inerte y oscura; entonces entendí que no había tesoro o que quizás alguien ya se lo había llevado, solo quedaba el mito y un baúl podrido por el óxido... Lord Vanvle