La memoria es el libro mayor,
tanto de agradecimientos,
como de remordimientos de amor,
de caídas, de alegrías y sufrimientos.
La memoria es un documento contable,
obligatorio en cualquier persona equilibrada,
donde en el haber tiene que estar lo bello memorable,
y en el debe un histórico de cualquier marejada.
Quizás para alguna persona,
anotarlo todo, es de persona rencorosa.
Pero para mí, tiene otra cara,
la de ser agradecido y no olvidar,
las personas a las que debes sonrisas,
lo mejor de ti y si es posible,
hacerles reír, servir y ayudar.
Hay personas que conllevan,
dotaciones contables extraordinarias,
por las que si es necesario cambiar,
dialogar, perdonar e incluso aceptar,
su idiosincrasia por su bondad y maravillas.
La memoria contable te enseña,
te defiende, te crea históricos,
parecidos para evitar sorpresas,
y decepciones e imprevistos.
La memoria también te ayuda,
para nunca quejarte ante una persona,
Que objetivamente esta peor que tú,
y valorar a cuantificar la belleza de los demás,
Ante los que no te queda más remedio,
Que apostar e invertir, ya que mejoran,
tu autoestima y sobre todo tu equilibrio emocional.