catherine paz

CUANTO TE EXTRAÑO MADRE

Llevo un dolor muy hondo en el pecho, como un puñal atravesado en el corazón

escuchó a lo lejos tu risa pero despierto de mi ensoñación y recuerdo que nunca volverás

tu ausencia me golpea dejándome de frente con la cruel realidad

siempre estuviste a mi lado para reconfortarme en mis momentos más oscuros

y hoy solo tengo el recuerdo de tus palabras, como un eco vago que resuena en mi mente.

Quisiera arrancarme esta sensación desde lo más profundo de mi alma

para que deje de envenenar mi sangre y de nublar cada uno de mis juicios

porque a donde quiera que vuelvo mi mirada, todo está para recordarme a ti

el sentir el sabor amargo de tu partida es casi tan desolador como una lágrima

que se desliza eternamente por mi mejilla ante el espejismo de tu memoria.

¿Por qué me has dejado sin mediar palabras para perderte en el horizonte?

Hoy eres inalcanzable para mí, pues el vacío es tan hondo en mi interior

que la duda persiste al pensar si alguna vez volveré a encontrar tu mirada

que antaño despertara en mí tantas esperanzas y anhelos bellos e inconclusos;

pero hoy lucen pálidos a causa de la tierra que se lamenta sin parar por tu viaje eterno.

No encuentro una razón que le de sentido a mis días desde que te fuiste

el cielo se ha tornado gris encima de mis pupilas y el sol no ha salido más

mi vida se ha convertido en un ocaso eterno con la desdicha de no saberte aquí

las horas se han vuelto eternas en el tiempo al que trato de sobrevivir en vano

porque sé que sin ti las cosas con las que disfrutaba no volverán a verse igual.