No sé por qué siento frío,
tampoco el porqué me callo,
sólo sé que estoy dolido…
F.H.
Una sonrisa grande en tu pequeña talla. Frágil, tu mirada; pero más débil, yo… …Yo, que estoy buscándote y no te encuentro; yo, que me siento solo en cualquier esquina de la semana; yo, que siempre busqué, yo, que ya desfallezco cansado… Me echaré a llorar como adolescente que por primera vez se enamora; me echaré a llorar como las nubes cansadas de los campos silentes. Seré egoísta, seré solitario, seré como aquel patito feo que un día sonrió. Nunca has oído mis lamentos porque nunca te los he dicho, ni tampoco nunca se oirán; ahogados permanecerán en lo más profundo de mi ser. ¡Nunca se podrán oír porque yo nunca los diré! Tengo que desahogarme y no poseo más que un viejo cuaderno y un desgastado bolígrafo y un sueño olvidado a flor de piel… No tengo envidia de ése que ya tiene quien le comprenda; no tengo envidia, no, porque también yo tengo quien me comprende… tengo mi alma, compañera; tengo mi alma, duradera; tengo mi alma, imperecedera. Mas siento vergüenza de mí mismo, siento vergüenza de mi egoísmo, siento vergüenza de mi ilusión… … y por todo esto, amor mío, mi corazón sigue buscando ardiente sigue buscándote aquí sin encontrarte, mi amor doliente, mi fiel compañera.