¡A sus desórdenes mi presidente!
Bigotudo espejo en el que me miro.
A la política le diste un giro
para remar siempre contra corriente.
Algunos te han tildado de demente,
otros, al verte, lanzan un suspiro.
Tus discursos brillan como el zafiro,
son tus palabras sencillez latente.
Sabio anciano que asumiste el poder
para dar un ejemplo de humildad.
Eres la viva imagen del quijote.
Lo ostentoso no va con Don José.
Doctrina al servicio de la verdad,
no habrá codicioso que te derrote.