Salvador Cano

CARTA: Señorita.

Señorita:

 

Que hilarante es el anochecer cuando me sumerjo a pensar en ti.

Que corto es el tiempo para recordar tus pupilas radiantes que alguna vez me sonrojaron.

Que bonito es reír solo, imaginando que me hablas,

porque tu voz me volvió un taxicómano, de esos que enloquecen de alegría porque ven con otros ojos la pequeña realidad.

Cuando percibo tu voz, mi vida ya no es mi vida, se convierte en mi más eufórico momento.

¡No sabes cuanto te sueño! Que cada instante, la locura de quererte, hace de mi tiempo completo un desastre.

No me importa si ha pasado un segundo, si he perdido un minuto, si te pienso lo he logrado todo.

 

Me arrepiento de aquella tarde, de esa última tarde en que te ví; En que quise abrazarte y no lo hice

aún sabiendo que muero por sentir tus manos en mi espalda, sentir el perfume, sentirme atado a ti.

Aún sabiendo que quiero que el tiempo se detenga mientras aprietas irónicamente mi cuerpo, 

mientras mis burdas manos suavizan tu pelo.

Te quiero, te quiero tanto y de tantas maneras, que me gusta imaginar que estás a mi lado

aunque seamos un eclipse, aunque solamente tu presencia sea un instante,

aunque no puedo gritar que eres mía,

aunque el sentimiento no sea mutuo. Te quiero.

 

He tratado de olvidarte porque he comprendido que lo mío para ti es en vano.

He tratado de borrar las esperanzas de que me busques un día

sin algún pretexto y que me digas que también me extrañas.

He tratado, pero el tiempo, el momento y la soledad

me han llevado siempre a soñarte,

me han llevado siempre a pensar de nuevo en tu voz,

y creo, que sonreír por eso, le hace bien al alma.

Me han remolcado a imaginarte

porque así destruyo mi mísera vida tan siquiera un segundo.

Eres mi más loca ilusión, mi más utópica fantasía.

 

No sé si me hace bien o me hace mal,

pero el placer rotundo  y la pequeña dicha que tu provocas,

a mi me gusta.

 

TE QUIERO, TE QUIERO TANTO Y DE TANTAS MANERAS

así sea en el callado silencio.

 

Nunca te diré estas palabras,

nunca te llegará esta carta,

nunca sabrás de mi,

porque prefiero ser un loco alejado de ti.