Callaré una vez más,
y esto que me quema por dentro,
ya no será.
La llama que funde mi corazón en sentimientos,
luego, hielo será.
Seguiré callando mi amor por ti,
hasta derretir mis ojos en frías lágrimas,
apagando cada llama,
y ésta daga, que en mi pecho de deshaga,
matando mis rosas,
esas que florecian desde mi alma.
Mi suspiro gritará,
hasta desvanecerse en el silencio,
y en silencio te dirá,
sin tí, no vivo ya.