Amor, tal vez amor indeciso, inseguro,
sueños desbastados de ilusión ocultaban la densa luz del ocaso.
A tus pies brota el dolor, y te desvaneces
reposas en el desengaño, tranquila al fin.
Tranquilidad anhelo, tranquilidad sueño
inúltilmente ansiosa se fatiga mi vida
entonces,
un aire de paz ocupa el aposento,
anegando la desdicha,
desbordándose hasta el alma.
Eres aire, eres tímida brisa que asoma por la ventana
que se ha levantado del dolor, y ha venido al encuentro.
En ti se levantaron mis sueños,
en ti encallaron mis cavilaciones.
Yo te pido, dulce esquiva,
te lo pido por cuanto no puedo hacer nada,
que no huyas de nuevo a tu valle sombrío.
Yo te pido, intrépida soñadora,
te lo pido por la ilusión que nos depara el mañana,
que no te eches de nuevo en aquel prado tormentoso,
te pido tranquilidad.