Discretos nimbos dorados,
rubicundos,
con reflejos azulados,
desteñidos,
un aura pálida
de texturas vaporosas
blanco teluro,
iridiscentes trasfondos,
delicados,
como bruñidos,
sobre el azul celeste,
claro y oscuro
y bajo el cielo
un rumor leve,
un vaivén de mariposas,
a ras de suelo,
con su aleteo
vivo y alegre,
pero inseguro,
que así es su vuelo,
un voy y vengo,
que cesa en breve,
y haciendo presa en mi,
te lo aseguro,
un pesar hondo,
vago y confuso,
que no contengo,
una nostalgia sin fin
que, no lo oculto,
por lo que siento,
casi seguro
que ha de ser de ti,
y en el trasfondo
del descontento,
que se apodera de mi,
un sentimiento oscuro,
que clama al cielo,
diríase que gris
casi marengo,
sobre el celaje de fondo.
Xabier Abando, 02/02/2017